UBE: El gran provocador
Para este singular artista la escultura significa “satisfacción, frustración, erosión, ilusión, o una guerra con uno mismo. Parte de la estructura que soporta mi pared emocional. Y también, acción, reacción, respuesta, estar despierto, siempre vivo y en contacto perpetuo con mi interior para exteriorizarlo y seguir siendo receptor”. Y lo subraya todo con vehemencia como si tuviera el discurso muy bien aprendido o tuviera la certeza de que “la evolución es igual a transformación, y ésta al cambio, y todas juntas al riesgo”.
ISRAEL DE BRUNO
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Què fuerte y què valor.
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Gracias Gab efectivamente en un artista muy fuerte en su producción, sin temores, sin complacencias como debe ser el buen arte.
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Impresionante, me fascino la obra, irreverentemente genial, traspasa las fronteras de los creyentes fanáticos de la religión, de lo intangible, de la imaginación, de lo que realmente es, las cadenas que atrapan a los fieles creyentes y los encadenan a sus conciencias del pecado.
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Así es Félix, gracias por comentar.
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