Ángel Mendoza

Mis últimas obras están calladas, silenciosamente confinadas.
Algunos cuadros abandonados en Cuenca sin firmar, llego a retocar y rubricar,
pretendo unir a trabajos realizados fuera de la frontera patria, así será, una media
luna que debo completarla, hay ciertos trazos con tonalidades políticas, picantes,
con colores bruscos y explosivos, para dar un toque particular.
Aun en los temas sencillos, las vivencias exóticas lo plasmo en el lienzo, para
equilibrar la historia y resaltar el amor; he pintado paralelamente pueblitos, caseríos
que se funden en lo abstracto, simulando la distancia, enseñando a mis mellizas
donde nacieron, son cuencanas… hoy dibujan junto a mí, como un abrazo a mi
niñez, doy un toque de belleza para retener esos momentos, pintando en Miami,
pero con la ilusión de volver, me considero un migrante accidental, nunca planee
pero el destino me atrapo. Agradecido de esta gran nación USA.
Los trabajos de los últimos 10 años lo vestí diferente, equilibrando el drama de mis
pinturas con la paz.
"El Amor en tiempos de Pandemia" es un pacto con la vida, todos hemos sufrido
estamos impactados, golpeados…
En diciembre del 2020 me toco la puerta el virus del COVID 19, las vacunas aún
estaban en etapa experimental, fue duro, y lo es, siento un vacío y las secuelas
persisten.
En esa etapa pinte corazones coloridos, casi ardiendo, intentando poner fuerza, en
el motor que renació y se expandió, a pesar de estar sin fuerzas, el infinito, me envió
un Ángel, "mi hijo", llego a este planeta, el 21 de junio del 2021, las siluetas de
corazones se triplicaron, se multiplicaron, el amor se fundió en un lienzo. El también
experimento el impacto del virus, en el vientre de su madre…
La luna es otro elemento que estoy trabajando, nace recién en mis pinturas, pero ya
estaba merodeando los círculos, entre bocetos y textos, que, por ligeras
anotaciones guardadas, encuentro unas letras del 2002, un apunte plasmado, en el
Path Train entre Newark y New York, habla de la vida, y los gigantes de concreto.
Allí reza, nunca más saldrá la luna, el sol solo será un sueño, parece que los
rascacielos han eclipsado la luz.
Es ella la luna, que la tenía secuestrada, pinto ojos luna, con rojos intensos
“Ojos de Octubre”.
Sumados a rostros imaginarios, con universos extraños, así es mi pincel, los trapos
respiran en esa cara, sin visión, impregné mi camisa sudada, mi ADN, surgen esas
líneas y texturas, vías y zapatos para ese camino largo, ojos fundidos en el
laberinto, en este tramo el corazón, ya es ficción.
Rostros sin alma, con florecillas abstractas.
Quisiera que estas formas les inspire, y sea un despertar de amor, un despertar
político, y la vocación de servir sea nuestra misión diaria,
Que el Amor los cobije en tiempos de pandemia…

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